
Una investigación reveló cómo la falta de sueño puede influir en tus decisiones, tu humor y tu salud mental.
Por F. Martínez
Dormir bien no es solo cuestión de sentirse descansado. Según un estudio publicado por la Escuela de Medicina de Harvard, dormir menos de seis horas por noche altera el funcionamiento del cerebro, afecta la regulación emocional y aumenta la impulsividad en las decisiones cotidianas.
El informe, realizado con más de mil voluntarios jóvenes entre 18 y 25 años, señala que la privación del sueño afecta la corteza prefrontal, zona encargada del juicio y la autorregulación. Además, los participantes mostraron mayor reactividad emocional, estrés e incluso dificultades para manejar conflictos. Los expertos recomiendan mantener una rutina nocturna y evitar pantallas antes de dormir para proteger la salud mental y emocional.
Así que si últimamente te sentís más irritable o tomás decisiones que luego te arrepentís, quizás el problema no está en tu entorno… sino en tu almohada.