
Cada 2 de abril se conmemora el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, decretado el 18 de diciembre de 2007 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con la finalidad de fomentar la inclusión de personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Por Miguel Argueta
La iniciativa es un espacio para reflexionar sobre las dificultades que enfrentan las personas autistas y las diversas características que pueden presentar quienes forman parte de este espectro. Asimismo, cada fecha busca crear acciones y proyectos para difundir información importante sobre esta condición. Durante este trayecto, se utiliza el color azul como representación del autismo en el mundo.
El TEA es un trastorno del neurodesarrollo que impacta la comunicación, la interacción social y el comportamiento de quienes lo presentan. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 1 de cada 100 niños en el mundo recibe un diagnóstico. Investigaciones de la Asociación Salvadoreña de Autismo (ASA) detallan que, en El Salvador, al menos 40,625 personas podrían ser diagnosticadas y que 1 de cada 160 niños padece esta condición.
Según el Dr. Daniel Geschwind, catedrático distinguido Gordon y Virginia McDonald de Genética Humana, Neurología y Psiquiatría de la UCLA, las personas con autismo tienen sus propias formas de interactuar con el mundo, ya que el autismo es una discapacidad del desarrollo que afecta a cada individuo de manera diferente.
En este contexto, la concienciación sobre el autismo promueve valores como la empatía y el respeto. A su vez, tiene como finalidad acabar con los prejuicios para garantizar que las personas con TEA puedan vivir plenamente y en igualdad de condiciones.