Por: Alfredo Peña
fotografìas: Alfredo Peña y Thomas Perla
Desde el Salto del Ángel en Venezuela hasta las Cataratas del Niágara en Canadá, paso por la Antigua Guatemala y El Tikal, yo tengo un hogar.
Veo tus cielos azules, tu belleza incomparable y sin igual. Hogar de todos y madre de todos, vivimos aquí, vivimos por ti, nos has perdonado tantas veces que hasta ya perdí la cuenta, cataclismos y guerras, bendita madre Tierra.
Me alimento de tus mares, respiro de tu aire y vivo de tus campos ¿qué más podría yo pedir? Me diste un lago de Ilopango, La Puerta del diablo y me diste tierra fértil, soy el hombre más feliz, que todos se den cuenta. Me has dado música de pájaros y también sombra de árboles, me has amado sin ser yo el mejor de los hijos.
Camino por los campos y hablo con las brisas
Charlo con las rosas y flores, con el colorido Torogoz y demás aves del cielo.
Les cuento sobre lo feliz que soy por habitar tu tierra, por ser tu familia.
Ellas me responden cantando al compás del viento, sé que se sienten igual de feliz que yo.
Madre tierra, cual mujer materna da sus pechos a sus hijos, así nos has dado alimento…generosa y bondadosa que sufres ahogada mas no en silencio, entre heridas y lamentos, ahora gritas y muestras señales de descontento con tus hijos, es el momento.
Gobiernos de la tierra, ricachones, magnates y hombres enfermos
Que vengan a limpiar tus atardeceres, tu bello rostro que de sangre, gases y basura han llenado…
Que enmienden sus errores de guerra, que destruyan sus armas y bombas, que acaben con su avaricia y con su odio, La Tierra no lo necesita.
Hoy clamo por ti, por tu vida y tu salud, porque temo tu castigo y tu ira que se ve cercana, oh madre mía, tu hijo te clama.
Yo tengo un hogar…