La tecnología avanza y con ella, la creación de videos realistas que podrían parecer verdaderos, aunque en realidad han sido generados por una computadora.
Por F. Martínez
Cada vez es más común ver en redes sociales videos que llaman la atención por su realismo, pero que en realidad no son grabaciones reales. Son contenidos creados con inteligencia artificial, una herramienta que ha avanzado tanto que puede generar imágenes y voces que parecen auténticas, pero que fueron fabricadas por un programa.
Estos videos se vuelven virales con facilidad, ya sea porque entretienen, sorprenden o causan curiosidad. Sin embargo, también pueden confundir a quienes los ven, sobre todo si no está claro que fueron creados digitalmente. Algunas personas los comparten creyendo que son reales, sin saber que están viendo una simulación.
Expertos en tecnología han señalado que este tipo de contenidos pueden utilizarse para fines educativos o creativos, pero también pueden generar desinformación si no se identifica claramente que han sido hechos con inteligencia artificial. Por eso, es importante prestar atención a lo que vemos en internet y verificar la fuente antes de compartirlo.
En un mundo digital donde la inteligencia artificial ya forma parte del día a día, es necesario aprender a reconocer este tipo de contenidos. Las recomendaciones son claras: informarse bien, no compartir videos sin contexto y siempre consultar fuentes confiables.
