UNIVO comparte desayunos con los adultos mayores del Asilo San Antonio en San Miguel

La acción permitió acompañar a los adultos mayores y visibilizar la importancia de apoyar al asilo, que atiende a más de 60 residentes.
Por J. Chávez
La Universidad de Oriente (UNIVO) compartió un gesto de solidaridad con los adultos mayores del Asilo San Antonio, en la ciudad de San Miguel, al hacerse cargo de los desayunos durante una jornada completa. La iniciativa tuvo como propósito acompañar a quienes residen en este hogar y sumarse al esfuerzo diario que realizan las Hijas de la Caridad y colaboradores para mantener en pie este espacio de atención y cuidado.
El Asilo San Antonio, fundado hace más de siete décadas, se ha convertido en un refugio para decenas de ancianos que, en muchos casos, no cuentan con el respaldo de sus familias. Allí reciben alimentación, atención médica, higiene, actividades espirituales y un entorno digno, gracias a la entrega de religiosas y personal que, con dedicación, enfrentan los desafíos que implica atender a más de 60 residentes.
Sin embargo, sostener esta misión requiere del apoyo constante de la comunidad. La alimentación de los adultos mayores representa uno de los mayores retos diarios, y por ello cada gesto solidario es fundamental. La acción de la UNIVO, al aportar los desayunos de este día, refleja cómo las instituciones pueden marcar la diferencia cuando se unen a causas sociales.
El Rector de la UNIVO, destacó que más allá de lo material, este encuentro permitió compartir momentos de cercanía con los residentes, escuchar sus historias y demostrarles que no están solos. El Asilo San Antonio, dirigido por las Hijas de la Caridad, mantiene abierta la invitación para que más personas, empresas e instituciones se sumen a esta misión, ya sea con aportes económicos, insumos de primera necesidad o tiempo para compartir con los abuelitos y abuelitas.

La visita de la UNIVO, además de brindar un respiro a las labores cotidianas del asilo, dejó un mensaje claro: la solidaridad es un valor que se construye con acciones concretas. En este caso, un desayuno compartido se convirtió en símbolo de esperanza, recordando que cada aporte, por pequeño que parezca, tiene el poder de transformar la vida de quienes más lo necesitan.
Con este gesto, la Universidad de Oriente reafirmó su compromiso con la comunidad migueleña, promoviendo entre sus estudiantes y docentes la importancia de ser parte activa en la construcción de una sociedad más justa y compasiva.