
Las abejas tienen la sorprendente capacidad de reconocer rostros humanos, a pesar de su pequeño cerebro.
Por F. Martínez
Un dato curioso y sorprendente proviene del mundo de las abejas. A pesar de tener cerebros diminutos, estos insectos tienen la capacidad de reconocer y recordar rostros humanos, lo que les permite distinguir a las personas que se encuentran cerca de su colmena.
Investigaciones científicas han demostrado que, mediante un proceso similar al que usan los humanos para reconocer rostros, las abejas pueden identificar las características faciales de las personas. En un estudio realizado por la Universidad de Queensland, Australia, se entrenó a las abejas para asociar imágenes de rostros humanos con una recompensa, y luego las abejas fueron capaces de recordar esos rostros y asociarlos con el estímulo positivo.
Este hallazgo es un ejemplo asombroso de la capacidad de aprendizaje de estos insectos y de cómo su cerebro, a pesar de ser mucho más pequeño que el de los humanos, es capaz de realizar tareas complejas. Sin duda, un aspecto fascinante del mundo natural que sigue sorprendiendo a los científicos.