
Aunque muchos piensan en sagas actuales, hay clásicos literarios que han resistido el paso del tiempo y siguen conquistando lectores en todo el planeta.
Por F. Martínez
Cuando se habla del libro más leído del mundo, la respuesta más directa es la Biblia, con más de 5 mil millones de copias distribuidas y traducida a miles de idiomas. Sin embargo, su lugar en esta lista se debe en gran parte a su influencia religiosa. Si miramos desde una perspectiva literaria, otros títulos han dejado huellas profundas en la historia de la lectura.
Uno de ellos es, sin duda, Don Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes Saavedra en 1605. Esta obra, considerada la primera novela moderna y uno de los pilares de la literatura occidental, ha sido traducida a más de 140 idiomas y ha vendido cientos de millones de copias. La historia del ingenioso hidalgo que confunde molinos con gigantes ha encantado a generaciones con su mezcla de humor, crítica social y reflexión sobre la realidad y la fantasía.

Otro de los libros más leídos del mundo es El Libro Rojo de Mao Zedong, que, aunque no es una obra literaria, alcanzó más de mil millones de copias distribuidas como parte de la propaganda del régimen chino.
También destacan títulos como Harry Potter y la piedra filosofal de J.K. Rowling, El Principito de Antoine de Saint-Exupéry y El Señor de los Anillos de J.R.R. Tolkien, que han vendido cientos de millones de ejemplares y han sido traducidos a decenas de idiomas.
Aunque la Biblia encabeza la lista en términos de difusión, en el terreno literario, Don Quijote de la Mancha sigue siendo uno de los libros más leídos, estudiados y admirados del mundo. Su legado demuestra que la buena literatura trasciende el tiempo, las modas y las fronteras. En un mundo de consumo rápido, los clásicos siguen recordándonos el poder de una gran historia.