Haber plasmado la realidad de miles de estudiantes que luchan por alcanzar sus sueños y ser profesionales, le valió para ganar el tercer lugar en el concurso de dibujo a escala nacional, en el marco de bicentenario.
Por: Osmany Serrano / Edición: Julissa Montoya
Fotografías: Osmany Serrano / Complejo Educativo Hacienda Monte Fresco
Reyna Lisbeth Hernández de 13 años de edad, estudiante de tercer grado del Complejo Educativo Hacienda Monte Fresco, cantón El Cañal (CEMF) del municipio de Concepción Batres, Usulután, ella es una joven apasionada en el dibujo y la pintura.
Dentro de la institución educativa son impartidas las clases ya asignadas por el Ministerio de Educación, sin embargo docentes con espíritu de compartir conocimientos extras, dan talleres de arte en dibujo y pintura, con el objetivo de descubrir talentos en los estudiantes.
De tal manera que Reyna se ha involucrado con horarios adicionales después de sus clases para recibir el taller de dibujo y pintura, destacándose en ello, dichos talleres son impartidos por Ricardo González, docente de CEMF, quien dedica horas extras para quedarse con los estudiantes y ayudarles a pulir sus talentos.
«He observado el proceso, aprendizaje y gran talento de muchos estudiantes, pero Reyna es una de las alumnas destacadas en este arte» afirmó González.
Es así, que el profesor motivó a Reyna para que fuera una de las participantes del evento titulado «Concurso Nacional del Bicentenario» organizado por el Ministerio de Educación y la Asociación Cooperativa de Ahorro y Crédito de Profesionales de Administración de Empresa (COASPAE) de R.L.
Este evento que tenia como objetivo que los estudiantes expresaran mediante el dibujo el tiempo que actualmente se está atravesando debido a la pandemia por el COVID-19 y asimismo, como Ministerio de Educación tener información sobre ello, además el concurso que contó con tres fases: nivel departamental, regional y nacional.
Reyna clasificó como una de las seleccionadas en el concurso, para ello, se organizó con sus clases, su tiempos de ayudar en casa y dedicarle el espacio requerido al taller que el profesor daba después de las clases, añadiendo que la supervisión, orientación y práctica de la joven era cada día más exigente, puesto que ella quería ser una de las ganadoras.
Con meses de preparación, Reyna representó a su complejo escolar en el evento a nivel departamental, en el cual fue nombrada como la ganadora del primer lugar, posteriormente paso a la fase regional, concursando con cuatro estudiantes de diferentes departamentos de la zona oriental, logrando ser la ganadora del primer lugar.
«Sentía el cansancio, ya que los días eran pesados, debido a todas las actividades educativas y con lo del concurso, pero, miraba en los ojos de mis docentes y compañeros, la confianza y el echo de creer en mi talento, sumándole el apoyo de mis padres fue lo que me motivó a dar lo mejor» subrayó Reyna.
Sumando a lo anterior, el proceso para que Reyna se convirtiera por segunda vez consecutiva en la ganadora del primer lugar fue de la mano del docente Ricardo González, quien fue el impulsor, motivador para que ella desarrollara su talento y que sus habilidades, capacidades para dibujar y pintar salieran del cantón El Cañal.
Por otra parte, Reyna luego de pasar dos fases del concurso, pasó a la tercera, la cual era ser la representante a nivel nacional, es así, la final del Concurso Nacional del Bicentenario que fue realizado en el Auditórium La Paz, de la Asamblea Legislativa, compitiendo entre estudiantes de los diferentes departamentos de El Salvador.
Ella compitió con un dibujo que representaba su escuela, lo que cotidianamente se vive, los sueños que como estudiantes tienen de salir adelante y convertirse en profesionales, obteniendo el tercer lugar.
«Talvez no recibamos un recompensa económica por realizar actividades extras, pero si la satisfacción de que represente nuestra institución y estar orgullosos de los estudiantes que estamos formando para el futuro» expresaron los docente del Complejo Educativo Hacienda Monte Fresco.
Tres medallas y diplomas son los que cuenta la joven, sin embargo el talento lo seguirá puliendo, porque desea convertirse en una artista salvadoreña, como propósito de que los sueños y metas empiezan cada mañana mientras se levanta para ir a estudiar, confiando que cada peldaño escalado le ira dando pauta a su sueño, de la mano de Dios.
Todo es posible, si lo proponemos, derivando nuestro gran competidor «el miedo», disfrutando los resultados
Reyna Hernández
