
En un encuentro sin sorpresas, el Real Madrid se impuso con claridad al Mallorca por 3-0, asegurando su lugar en la final de la Supercopa de España, donde se enfrentará al eterno rival, Barcelona, por tercera vez consecutiva.
Por Luis Hernández
El Real Madrid no dejó espacio para la sorpresa y mostró su poderío en el estadio, donde el Mallorca se vio superado por la intensidad y calidad de los merengues. Con goles de jude Bellingham, Rodrygo y un autogol de Valjent, el equipo dirigido por Carlo Ancelotti extendió su racha positiva y dejó al Mallorca, que sigue acumulando decepciones tras su reciente eliminación en la Copa del Rey, sin opciones en el partido.
Desde el inicio, el Madrid mostró su ambición. En los primeros minutos, Kylian Mbappé y Vinícius Jr. Ya estaban generando peligro, aunque un remate de Luis Vázquez no encontró la fuerza necesaria para inquietar al meta rival. Con una presión alta y una recuperación rápida del balón, los blancos desbordaron a una defensa bermellona que no tuvo descanso. El rugido del público, en su mayoría saudí, alentaba a los jugadores, especialmente a Vinícius, quien generó el primer enfrentamiento directo con Pablo Maffeo.
A medida que avanzaba el primer tiempo, el Real Madrid acumuló más de seis ocasiones peligrosas, la mayoría orquestadas por la conexión entre Bellingham y Mbappé, aunque el portero eslovaco Greif se mostró seguro bajo los palos. Así el Madrid se prepara para una final que promete ser emocionante, reafirmando su condición de favorito ante un Barcelona que busca recuperar el protagonismo en el fútbol español.




