
Hoy comienza la Cuaresma, un tiempo de reflexión, arrepentimiento y preparación para la Semana Santa.
Por F. Martínez
El Miércoles de Ceniza marca el comienzo oficial de la Cuaresma, un periodo que en la tradición católica tiene como propósito la conversión personal y la renovación espiritual. Durante las misas, los sacerdotes imponen cenizas sobre la frente de los feligreses, pronunciando las frases “Recuerda que de polvo eres y en polvo te convertirás” o “Conviértete y cree en el Evangelio”, como un recordatorio de la fragilidad humana y el llamado al arrepentimiento.
Las cenizas utilizadas en este rito provienen principalmente de las palmas bendecidas del Domingo de Ramos del año anterior, aunque algunas parroquias recurren a otras fuentes como el árbol de jiote de la Cruz o misales. Este gesto, cargado de simbolismo, invita a la comunidad a reflexionar sobre el paso del tiempo, la humildad y la necesidad de conversión personal.
En muchas iglesias, la imposición de cenizas se realiza a lo largo del día, con misas programadas cada hora hasta las 6:00 de la tarde. Este acto no solo marca el inicio de la Cuaresma, sino que también prepara a los fieles para vivir de manera más intensa el sacrificio y la oración en los días previos a la Semana Santa.
Con el Miércoles de Ceniza, la iglesia Católica abre la puerta a un tiempo de renovación interior, invitando a sus fieles a unirse en oración, penitencia y reflexión, con la esperanza de que, al final de la Cuaresma, puedan experimentar la alegría y la gracia de la Resurrección de Jesús.