
Poeta, dramaturgo, soldado y archienemigo de Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca fue el máximo exponente del Barroco en el Siglo de Oro español. Los restos del insigne autor fueron enterrados y desenterrados seis veces, hasta que el incendio de la Iglesia donde finalmente había sido enterrado, durante la guerra civil, hizo que se perdiera para siempre la ubicación de su paradero.
Por F. Martínez
El siglo XVII, conocido como el Siglo de Oro español, fue testigo de una intensa producción literaria que marcó el auge de las letras hispánicas. En este contexto, la figura de Calderón de la Barca se erige como un referente de la poesía y el teatro de la época, destacándose por su obra en verso y sus profundos dramas filosóficos. Además de su destreza literaria, fue reconocido por su participación en el ejército y su famosa rivalidad con Lope de Vega, otro de los grandes maestros del teatro barroco.
A lo largo de su carrera, Calderón produjo una vasta cantidad de obras que, hasta el día de hoy, siguen siendo estudiadas y representadas. Sus comedias, autos sacramentales y tragedias, con su característico estilo reflexivo y profundo, ofrecieron un vistazo a las tensiones sociales y filosóficas del momento.
Sin embargo, su legado no solo se conserva en sus escritos, sino también en la compleja historia de sus restos mortales. Después de su fallecimiento en 1681, los restos de Calderón de la Barca fueron enterrados y desenterrados en varias ocasiones, un destino incierto que reflejaba el devenir de su propia obra. Fueron seis los intentos de ubicar su tumba definitiva, pero la Guerra Civil española acabó con todo vestigio de su paradero. Un incendio en la iglesia donde finalmente fue enterrado destruyó la última pista sobre su ubicación, perdiéndose para siempre los restos del gran autor.
A pesar de las vicisitudes que rodearon su vida y su muerte, la figura de Calderón de la Barca permanece viva en la memoria colectiva de España y el mundo. Con su genialidad, su profundo entendimiento del alma humana y su contribución al Barroco continúa siendo un pilar fundamental de la literatura universal.