Papa Francisco: El pastor de los humildes que transformó la Iglesia desde la sencillez

El mundo despide con profundo pesar a Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, quien falleció a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano.
Por M. Del Cid
Su deceso se produjo a las 7:35 a.m. (hora local), tras una prolongada lucha contra una neumonía bilateral que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días en febrero. A pesar de su frágil estado de salud, el Santo Padre impartió su última bendición “Urbi et Orbi” el Domingo de Resurrección, apenas un día antes de su partida.
Francisco fue el primer papa latinoamericano, el primer jesuita y pontífice no europeo en más de 1,200 años. Desde su elección el 13 de marzo de 2013, marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica. Rechazó la pompa del Palacio Apostólico para residir en la modesta Casa Santa Marta, utilizó transporte público y cocinaba su propia comida. Su estilo pastoral, centrado en la humildad y la cercanía con los más necesitados, lo convirtió en un líder espiritual amado por millones.
Durante su pontificado, Francisco abogó por una Iglesia más inclusiva y comprometida con la justicia social. Promovió el diálogo interreligioso, defendió los derechos de los migrantes y alzó su voz contra el cambio climático. Su encíclica Laudato Si’ fue un llamado urgente a cuidar la “casa común”
Aunque su papado fue aclamado por muchos, también enfrentó críticas, especialmente por su manejo de los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia. A pesar de implementar reformas y establecer comisiones para abordar el problema, algunos consideraron que sus acciones no fueron suficientes. Sin embargo, su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas sentó las bases para futuros avances en esta área.
La noticia de su fallecimiento ha generado una ola de condolencias y homenajes en todo el mundo. En Sevilla, las campanas de la Giralda doblan cada media hora en su memoria, y se ha celebrado un responso en la capilla del Palacio Arzobispal. Medios internacionales destacan su papel como reformista y su crítica a los poderosos, recordándolo como un líder que buscó acercar la Iglesia a los marginados.
A pesar de no haber visitado Argentina durante su papado, Francisco siempre mantuvo un profundo amor por su tierra natal. Su elección como Papa fue motivo de orgullo para los argentinos, quienes lo recuerdan como el “argentino que transformó la Iglesia”.
El legado de Francisco perdurará en los corazones de quienes vieron en él a un pastor cercano, un defensor de los pobres y un incansable promotor de la paz. Su vida fue un testimonio de humildad, compasión y compromiso con los valores del Evangelio.