Copenhague apuesta por la sostenibilidad con Nordhavn, un barrio diseñado para que escuelas, espacios recreativos y servicios estén al alcance en pocos minutos, marcando un hito en urbanismo.
Por Anny Scarlet Martínez
El antiguo puerto industrial de la capital danesa se ha transformado en un modelo de ciudad moderna. Conocido como Nordhavn, este distrito promueve una vida sin autos, donde todo lo necesario se encuentra a menos de 400 metros, permitiendo a sus habitantes combinar trabajo, ocio y descanso en un entorno que prioriza la sostenibilidad y el bienestar.
Diseñado bajo el concepto de «ciudad de cinco minutos», Nordhavn incorpora espacios híbridos y accesibles. Los residentes pueden ejercitarse, trabajar, disfrutar de un café y volver a casa, todo sin depender de vehículos motorizados. La extensión del metro en 2020 y los carriles bici conectan el distrito con el resto de Copenhague, reforzando su carácter ecológico.
Este ambicioso proyecto, desarrollado por un consorcio de firmas de arquitectura, ha sido reconocido internacionalmente. En 2008, ganó un concurso por su enfoque integral que combina reciclaje, inclusión y movilidad. Cada construcción, como el renovado silo convertido en un edificio residencial de lujo, ejemplifica la reutilización de estructuras antiguas con un propósito contemporáneo.
Aunque el proyecto completo se proyecta para 2060, Nordhavn ya destaca como un referente de urbanismo funcional y sostenible. Sus habitantes experimentan un cambio tangible en su calidad de vida, disfrutando de un entorno tranquilo, con acceso inmediato al agua y libre del bullicio de los vehículos, donde se combina armoniosamente la modernidad con la serenidad del lugar.
El modelo de Nordhavn plantea una pregunta crucial: ¿pueden las ciudades del futuro priorizar la calidad de vida y el medio ambiente? Copenhague parece haber encontrado una respuesta afirmativa, apostando por un diseño urbano que redefine el concepto de habitar.
