La fundación EDUCO las ha becado desde el séptimo grado y les ha acompañado en la mejora de su autoestima, así como en la educación sexual y creación de un plan de vida
fotografías: Sujey Flores
Keilyn Griselda Rodríguez Monteagudo, de 19 años ha estado lidiando con la pésima señal de internet en su cantón, San Lucas, en Gualocti, Morazán, ella, debe caminar unas dos cuadras cuesta arriba de un cerro para poder enviar sus tareas de bachillerato, y cuando son vídeos pueden tardarse horas en enviar.
Pese a ello y a que tiene que resolver sus estudios a través de un celular, no desiste en seguirse formando en el Instituto Nacional de Osicala y ya inició el trámite para poder estudiar en la Universidad de El Salvador (UES), institución en la que quiere formarse para ser licenciada en Administración de Empresas.
Como ella, Yaquelin Lorena Meléndez y otra joven, ambas de 18 años, se están esforzando por terminar el bachillerato para luego estudiar la carrera de Lenguas Modernas, también en la universidad nacional.
Todas trabajan en un plan de vida e iniciaron desde que cursaban el séptimo grado, luego que fueran elegidas para el proyecto de Prevención de la deserción escolar de la Fundación EDUCO, para ser becadas, sobre todo por su precaria condición económica.
“Hicimos una carta en la que nos presentamos, en la que explicamos porque queríamos apoyo, la condición de nuestros padres, y la enviamos para la gestión de la beca” comentó Yaquelin. Ella dice estar emocionada con lo que puede lograr si sacar su carrera, pues ha planificado ayudar a su madre cuando trabaje.
Yaquelin estudia contabilidad y debe hacer partidas en el cuaderno, lo hace a mano pues no tiene computadora, luego les toma fotos y las envía a sus maestros; todas las becarias trabajan con celular y no de última gama, pero se esfuerzan por guardar los archivos, recibir clases y aún deben escribir en los cuadernos y resolver ahí sus tareas, ante la falta de computadoras.
Todas las chicas becarias de EDUCO en el municipio, 8 en total recibieron además clases de inglés de parte de la alcaldía, para su refuerzo académico y además participan en talleres sobre salud, educación sexual y reproductiva y otros temas por parte de EDUCO.
Desde 2015 se identificaron niñas que presentaba riesgo de abandono de escuela, por trabajo doméstico o bajos ingresos, y se les han dado refuerzo de matemáticas, cosmetología, inglés, como un complemento a la beca.
“La beca es una remuneración económica que va enfocada a apoyarles en el tema de transporte, alimentación, materiales didácticos, pero con la pandemia se les ha comunicado que sea utilizado en recarga para celular para que envíen tareas y actividades, con el objetivo que termine su educación media” comentó, Sureya Orellana, Técnica en prevención de la desigualdad y violencia de genero EDUCO.
El proyecto se desarrolla además en los municipios de Jayaque y Nueva Granada. Este busca además reducir los patrones culturales en las que las niñas están inmersas en su entorno, por falta de conciencia en el tema educativo, derechos de familia y la baja disponibilidad en asumir su educación y se utilizan técnicas de prevención de la desigualdad y violencia de genero.
“Yo quiero luchar por ser independiente, no depender de un hombre y cuando empezó este proceso de la beca me alegré, eramos como 30, luego se fueron quedando, fuimos 15 y ahora solo ocho, algunas se han ido o ya tienen sus hogares, yo me propuse ponerme las pilas, en la casa lavo trastos, hago limpieza, lavo, pero hago tiempo para las tareas, a veces les consulto a los maestros, algunos no contestan, pero sigo esforzándome” comentó una de ellas.
Todas sueñan con graduarse de la universidad y si las clases son presenciales, que les gustaría, para conocer el campus, o que sean en modalidad virtual, aseguran se esforzarán todo lo que puedan para superarse y darle a su municipio más profesionales, así como tener una mejor calidad de vida.
Las madres de ellas coinciden al pensar y hacer el esfuerzo de apoyar a sus hijas, para que sean profesionales, lo que implica dejarles tiempo para sus tareas.
Alcaldía proyecta apoyar clases virtuales
En tanto el alcalde, Carlos Antonio Díaz, asegura que apoyará la educación de los niños y jóvenes de su municipio, un territorio donde parece no estar enfocado en educación.
Con 4, 050 habitantes y una recaudación de tasas que solamente llegan a $2. 500 según el jefe edilicio y con una asignación de FODES de $70, 817.41, según lo publica el portal de Transparencia del Instituto Salvadoreño de Desarrollo Municipal, la administración municipal asegura que los fondos no son suficiente para generar un programa de becas.
La comuna brinda un apoyo de $30 mensuales a quienes quieran o puedan ir a la universidad y actualmente se lo dan a 42 estudiantes, que deben regresar todos los días al municipio cuando las clases son presenciales, pues no tienen como pagar donde quedarse.
Díaz asegura que debe apoyar también a los agricultores ya que, asegura, el gobierno ha bajado la cuota de apoyo.
“A mi me costó estudiar, caminaba todos los días de regreso desde Osicala porque no me alcanzaba para el pasaje, sé lo duro que es cuando uno es pobre; logré sacar el profesorado en la UES y ahora estoy dispuesto a ayudar a los niños y a los jóvenes” aseguró.
La comuna ha apoyado el proyecto de becas EDUCO con el local para las clases de inglés y de cosmetología, como complemento, pero también proyectan crear una biblioteca virtual y un espacio donde tengan acceso a internet para recibir clases y hacer tareas.
“Queremos adecuar un espacio con unas 30 computadoras, esperamos además hacer un convenio para tener acceso a la biblioteca” comentó.
El alcalde espera que el proyecto de becas de EDUCO continué y se siga incentivando la educación en la zona.
