La tradición de las tortas de pescado durante la Cuaresma

El Miércoles de Ceniza y los viernes de Cuaresma, las tortas de pescado son una tradición gastronómica que resalta en el oriente de El Salvador.
Por F. Martínez
Una de las tradiciones más esperadas durante la Cuaresma es la preparación de tortas de pescado, un platillo que se disfruta especialmente en el Miércoles de Ceniza y durante los viernes de Cuaresma. Esta práctica está profundamente vinculada a las costumbres religiosas del país, donde la iglesia Católica invita a sus feligreses a abstenerse de consumir carne roja en estos días de penitencia. En su lugar, se opta por el pescado, que es considerado un alimento adecuado para estos períodos de sacrificio.
La elección de las tortas de pescado no es solo una cuestión religiosa, sino también cultural. Este platillo se ha convertido en parte integral de la gastronomía del oriente salvadoreño, donde las comunidades elaboran este sencillo pero delicioso manjar a base de pescado frito, que generalmente se acompaña de cebolla, tomate, y otros ingredientes frescos. Las tortas son preparadas de manera casera, siendo una comida fácil de compartir entre familiares y amigos, lo que añade un toque de calidez a la tradición.
Este platillo no solo satisface el apetito, sino que también cumple con el propósito de marcar el respeto a las tradiciones religiosas, haciendo que el sacrificio de abstenerse de carne roja se vuelva una experiencia deliciosa y culturalmente significativa. Además, la sencillez de las tortas de pescado hace que sean accesibles para la mayoría de las familias, lo que contribuye a su popularidad durante la Cuaresma.

Torta de masa con pescado y sopa, platillo tradicional que se prepara durante la Cuaresma en el oriente de El Salvador como parte de las costumbres religiosas y gastronómicas de la región. Foto UNIVO News / cortesía
La costumbre de comer tortas de pescado en el Miércoles de Ceniza y los viernes de Cuaresma no solo refleja la devoción religiosa de las comunidades del oriente salvadoreño, sino que también resalta la importancia de las tradiciones culinarias que unen a las familias durante este tiempo de reflexión y penitencia. Cada bocado de pescado frito simboliza un vínculo con la fe, la cultura y las costumbres de una región que, año tras año, sigue manteniendo viva esta rica tradición.