La lectura: un hábito esencial para el desarrollo personal y profesional

Especialistas recomiendan establecer rutinas diarias para fortalecer el gusto por los libros.
Por Josué Chávez
La lectura continúa siendo una de las prácticas más valiosas para el crecimiento intelectual, emocional y social. Numerosas investigaciones han demostrado que leer con regularidad amplía el conocimiento, enriquece el vocabulario, estimula la imaginación y mejora la concentración, además de fortalecer el pensamiento crítico.
De acuerdo con estudios educativos y psicológicos, la lectura frecuente favorece el desarrollo de habilidades cognitivas como la memoria, el razonamiento y la creatividad. Además, se asocia con la reducción del estrés y el aumento de la empatía, al permitir que el lector comprenda diversas perspectivas y realidades.
Crear un hábito lector no es un proceso inmediato, sino que requiere constancia y planificación. Los especialistas recomiendan iniciar con textos de interés personal, fijar un horario específico y designar un espacio libre de distracciones. Establecer al menos 15 o 20 minutos diarios de lectura es un punto de partida eficaz para incorporar esta práctica a la rutina.
Asimismo, alternar formatos libros impresos, digitales o audiolibros facilita la adaptación a diferentes momentos del día y mantiene la motivación. La participación en actividades culturales como ferias del libro, clubes de lectura o visitas a bibliotecas también puede reforzar el interés, especialmente en niños y jóvenes.
La clave para convertir la lectura en un hábito duradero radica en la regularidad. No es necesario comenzar con grandes volúmenes, sino mantener la práctica diaria para que la lectura se convierta en un elemento natural y enriquecedor en la vida de cada persona.