Fundadora de la Cofradía de Damas Guadalupanas Plancartinas, su vida estuvo marcada por la entrega social, el liderazgo comunitario y el compromiso con las causas solidarias.
Por F. Martínez
Liliam Hasbún de Batarse, una de las figuras más destacadas en el trabajo social y comunitario de la región oriental del país, falleció este martes 17 de junio de 2025. Su nombre está profundamente ligado a iniciativas que, durante más de tres décadas, transformaron la vida de muchas personas en San Miguel.
En 1989, fundó la Cofradía de Damas Guadalupanas Plancartinas, una asociación laical pionera en su tipo, con el objetivo de canalizar la ayuda a comunidades vulnerables a través de proyectos sostenibles, especialmente enfocados en la salud, la educación y la atención social. Su visión fue reconocida por distintas instituciones que vieron en ella a una mujer adelantada a su tiempo, firme en sus convicciones y generosa con su gente.
Bajo su liderazgo, se crearon comedores comunitarios, se establecieron consultorios médicos y se ofrecieron programas gratuitos de formación como clases de inglés, corte y confección, entre otros. También impulsó la fundación del Colegio Guadalupano y promovió la participación activa de mujeres en espacios de liderazgo social. El Complejo Benéfico Social “Liliam Hasbún de Batarse”, ubicado en San Miguel, fue nombrado en su honor por la huella imborrable que dejó en cada proyecto que emprendió.
Más allá de sus obras, su legado se refleja en el cariño de quienes trabajaron a su lado, en las historias de superación de las familias que acompañó y en la inspiración que sembró en generaciones enteras. Su ejemplo de vida continuará siendo una referencia de compromiso y servicio.
Hoy, San Miguel despide a una mujer que dedicó sus días a servir a los demás. Liliam Hasbún de Batarse deja un legado de entrega, solidaridad y trabajo incansable que permanecerá en la memoria colectiva de su comunidad.
