La selección de El Salvador sufrió una dolorosa derrota 2-1 ante San Vicente y las Granadinas en la cuarta jornada de la Liga de Naciones de CONCACAF, complicando sus aspiraciones de clasificación a la Copa Oro.
Por Luis Hernández
En un encuentro que evidenció las vulnerabilidades defensivas de la azul y blanco, El Salvador no pudo mantener la ventaja momentánea que había logrado tras el gol de Rudy Clavel. La alegría fue efímera, ya que los goles de Shakeem Adams y Diel Spring sellaron el destino del partido a favor de los caribeños, quienes se acercan peligrosamente en la tabla de posiciones.
La derrota deja a El Salvador como líder del grupo con 9 puntos, pero San Vicente se aproxima con 7, lo que pone en juego el liderato en la próxima fecha FIFA. La escuadra cuscatleca se enfrenta ahora a la urgencia de conseguir una victoria que asegure su clasificación a la Copa Oro y el ascenso a la categoría A.
El partido comenzó con tensión, ya que San Vicente generó dos oportunidades de gol en el área salvadoreña, pero la defensa local logró contener los embates iniciales. A pesar de que el equipo caribeño dominó la posesión del balón, El Salvador también mostró signos de peligro, como en el minuto 11, cuando Tereso Benítez filtró un pase hacia Landaverde, que fue desviado por el portero Christopher Lemus.
Durante el segundo tiempo, El Salvador intentó reponerse, pero las imprecisiones en los pases y la falta de cohesión en el juego colectivo se hicieron evidentes. La presión aumentó a medida que los minutos avanzaban, y aunque los salvadoreños lucharon hasta el final, la desesperación se apoderó del equipo, reflejando la necesidad urgente de una reestructuración táctica.
La próxima fecha FIFA se convierte en una final anticipada para la selección, que deberá demostrar su capacidad para superar adversidades y asegurar su lugar en la Copa Oro. Los aficionados esperan con ansias una respuesta positiva del equipo, que deberá aprender de los errores cometidos y afrontar el desafío con determinación para recuperar la confianza y el buen juego que caracteriza al fútbol salvadoreño.
