El dengue, una amenaza real que exige prevención y acción inmediata

El zancudo puede parecer un insecto inofensivo, pero en realidad representa un riesgo grave para la salud pública.
Por M. Del Cid
El mosquito Aedes aegypti, transmisor del virus del dengue, ha cobrado miles de vidas alrededor del mundo, y su presencia en países tropicales como El Salvador lo convierte en un enemigo latente en cada temporada lluviosa.
Las autoridades sanitarias alertan sobre el aumento de casos de dengue y exhortan a la población a tomar medidas urgentes de prevención. Entre las acciones clave se encuentra la eliminación de criaderos de zancudos: recipientes con agua estancada, llantas viejas, botellas, floreros o canaletas obstruidas. Basta una pequeña cantidad de agua acumulada para que el mosquito se reproduzca y aumente el riesgo de propagación del virus.
Identificar los síntomas a tiempo puede salvar vidas. Las señales más comunes incluyen fiebre alta, dolor intenso de cabeza y detrás de los ojos, dolor muscular y articular, náuseas, vómito, erupciones en la piel y, en casos graves, sangrado. Si se presentan estos síntomas, se debe buscar atención médica inmediata para evitar complicaciones que pueden llevar incluso a la muerte.
El Ministerio de Salud ha intensificado las campañas de fumigación y jornadas de educación en comunidades vulnerables, pero recuerda que la prevención inicia en casa. Cada ciudadano tiene la responsabilidad de mantener su entorno limpio y libre de criaderos. Además, se recomienda el uso de repelente, mosquiteros y ropa que cubra el cuerpo para reducir las posibilidades de picadura.
El dengue es mortal, pero también es prevenible. Con acciones simples y responsabilidad colectiva, es posible contener su avance, la salud de las familias depende del compromiso de todos.