Los migrantes, provenientes de diversas nacionalidades, fueron trasladados a un centro de atención temporal desde el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, donde se les dará el apoyo necesario para su repatriación.
Por F. Martínez
Costa Rica recibió a 135 migrantes deportados por Estados Unidos, un grupo diverso que incluye a 65 niños. Estos migrantes, provenientes de diferentes partes del mundo, llegaron a bordo de un vuelo chárter al Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, donde fueron recibidos por las autoridades costarricenses para ser trasladados a un Centro de Atención Temporal de Migrantes (Catem), desde donde se gestionará su repatriación.
Según informes del gobierno costarricense, los deportados provienen de una amplia variedad de países. Entre ellos destacan 30 personas de Uzbekistán, 26 de China, 17 de Armenia, y 10 de Turquía. También figuran migrantes de Afganistán (9), Rusia (8), Georgia (8), Vietnam (7), Azerbaiyán (6), Irán (5), Jordania (4), Kazajistán (3) y Ghana (2). Cada uno de estos individuos, que buscaban mejores oportunidades en Estados Unidos, se enfrentan ahora a la situación de ser repatriados a sus países de origen.
El gobierno de Costa Rica, en colaboración con organismos internacionales y nacionales de migración, brindará a los migrantes el apoyo necesario mientras gestionan su retorno a sus respectivos países. El Centro de Atención Temporal de Migrantes es el lugar designado para recibir a las personas deportadas, donde se les proporciona asistencia básica y se organizan los vuelos para su repatriación.
La situación de estos migrantes refleja un fenómeno global de desplazamientos forzados que afecta a miles de personas que buscan una vida mejor en países más desarrollados, pero que enfrentan dificultades legales y sociales al intentar ingresar o permanecer en esos lugares. El caso también destaca la creciente cooperación entre naciones centroamericanas como Costa Rica para abordar la migración irregular y la repatriación de migrantes deportados.
A pesar de los desafíos que enfrentan, muchos de los migrantes que llegaron a Costa Rica siguen con la esperanza de reconstruir sus vidas, aunque ahora bajo el peso de la deportación. Las autoridades costarricenses continúan trabajando en estrecha colaboración con organizaciones internacionales para garantizar que cada uno de ellos reciba el apoyo adecuado durante su repatriación y posterior retorno a sus hogares.
