Cardenales afinan detalles para el cónclave en su décima Congregación General
Los 133 cardenales electores ya están en Roma y avanzan en los preparativos para la elección del nuevo Papa.
Por F. Martínez
Los cardenales de la Iglesia católica celebraron este lunes la décima Congregación General, en el marco de los preparativos para el cónclave que iniciará el próximo 7 de mayo. Según informó Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, participaron 179 cardenales, incluidos los 132 con derecho a voto, y confirmó que los 133 cardenales electores ya se encuentran en Roma.
Durante la reunión, el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, comunicó que el cardenal camarlengo Kevin Farrell realizó el sorteo de las habitaciones el pasado sábado por la tarde. Todos los electores estarán hospedados en la Casa Santa Marta y en las instalaciones anexas de la antigua Santa Marta, desde donde se trasladarán a la Capilla Sixtina para las votaciones, siguiendo una ruta protegida.
La jornada incluyó 26 intervenciones que abordaron temas clave para la Iglesia y la elección del próximo pontífice. Entre los puntos discutidos estuvieron el derecho canónico y el papel del Estado de la Ciudad del Vaticano, así como la naturaleza misionera de la Iglesia y el rol de Cáritas en la defensa de los más pobres.
Los cardenales también reflexionaron sobre el impacto de la pandemia de COVID-19, recordando la importancia de la oración como fuente de esperanza en momentos de incertidumbre. Asimismo, se destacó la cobertura mediática del proceso, vista como un signo de relevancia del Evangelio en el mundo actual y un llamado a la responsabilidad.
En relación con el perfil esperado del nuevo Papa, varios cardenales expresaron su deseo de que sea un pastor cercano al pueblo, capaz de promover la comunión y la unidad en un contexto global marcado por divisiones y crisis.
Otras preocupaciones abordadas incluyeron los desafíos en la transmisión de la fe, el cuidado de la creación, las guerras y el papel de la Iglesia en un mundo fragmentado. También se discutió sobre las divisiones internas en la Iglesia, la participación de las mujeres en el contexto de la sinodalidad, las vocaciones sacerdotales, la familia y la educación de los hijos.
Finalmente, se hizo referencia a los documentos del Concilio Vaticano II, en especial Dei Verbum, subrayando que la Palabra de Dios es alimento esencial para el pueblo de Dios.
Con todos los cardenales electores reunidos, el Vaticano se prepara para iniciar el cónclave, mientras la Iglesia y el mundo observan expectantes la elección del nuevo sucesor de San Pedro.
