El papa León XIV llama a un trato digno y humano hacia los migrantes

El pontífice expresó su preocupación por acciones que, según dijo, vulneran la dignidad de familias que han vivido por años en Estados Unidos.
Por J. Chávez
El papa León XIV expresó este martes su preocupación por el trato que reciben muchos migrantes que residen en Estados Unidos, e hizo un llamado a que se garantice la dignidad y el respeto hacia quienes llevan años construyendo una vida honrada en ese país. Sus declaraciones fueron brindadas a los medios durante un breve intercambio a la salida de su residencia en Castel Gandolfo.
El pontífice subrayó que las personas en situación migratoria irregular deben ser atendidas a través de los mecanismos legales existentes, y recordó que los sistemas de justicia están diseñados para resolver estos casos con orden y respeto. Señaló, además, que cada nación tiene derecho a administrar sus fronteras, pero insistió en que esto no debe traducirse en acciones que vulneren la dignidad de quienes han vivido durante largo tiempo en un país y han contribuido a su comunidad.
León XIV lamentó que, en algunos casos, se hayan registrado episodios de violencia o procedimientos que, según dijo, resultan «extremadamente irrespetuosos». Asimismo, pidió que se escuchen las orientaciones pastorales de los obispos estadounidenses, quienes recientemente expresaron inquietudes sobre el clima de temor y la situación de muchas familias migrantes.
En su mensaje, los obispos de Estados Unidos compartieron su preocupación por el aumento de la ansiedad entre comunidades inmigrantes, la estigmatización, las condiciones en centros de detención y el riesgo de que lugares como escuelas, hospitales y templos sean percibidos con temor por familias que han vivido por años en el país. También señalaron el dolor de padres que temen ser separados de sus hijos o que ya han pasado por esa experiencia.
El papa reiteró que la Iglesia mantendrá su compromiso de acompañar pastoralmente a quienes enfrentan procesos migratorios complejos y reafirmó que el principio fundamental debe ser siempre la defensa de la dignidad humana.




