¿Sabías que las fiestas agostinas se celebran en honor al Divino Salvador del Mundo?
Del 1 al 6 de agosto, San Salvador se llena de fe, tradición y alegría con actividades religiosas, desfiles y entretenimiento para toda la familia.
Por J. Chávez
Las calles de San Salvador se transforman en un escenario de celebración del 1 al 6 de agosto, en el marco de las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo, santo patrón de El Salvador. Este evento es uno de los más esperados del año, tanto por los capitalinos como por visitantes nacionales y extranjeros, quienes disfrutan de una agenda llena de actividades religiosas, culturales y de entretenimiento.
Las festividades inician con el tradicional Desfile del Correo, que marca oficialmente el arranque de las fiestas. Realizado cada 1 de agosto, recorre las principales calles de la ciudad y reúne a miles de personas que disfrutan de carrosas, música y sorpresas en un ambiente de alegría y convivencia.
Otra actividad destacada es el Desfile del Comercio, que se lleva a cabo el 3 de agosto. Este colorido espectáculo, organizado por empresas y marcas salvadoreñas, incluye bandas de música y presentaciones culturales que llenan de energía el centro histórico capitalino.
El momento más solemne de las festividades ocurre el 5 de agosto con la tradicional Bajada del Divino Salvador del Mundo. En esta ceremonia religiosa, miles de devotos se congregan en la Catedral Metropolitana para presenciar la transformación de la imagen del patrono, seguida de una procesión por las calles del centro. Es un acto de profundo fervor espiritual y sentido comunitario.
Además, durante toda la semana, los asistentes pueden disfrutar de Sivar Land, el parque de diversiones ubicado en la ciudad. Con juegos mecánicos para todas las edades, espectáculos aéreos, shows de marionetas, presentaciones musicales y fuegos artificiales, este espacio se convierte en uno de los puntos de mayor afluencia.
Las fiestas agostinas son una muestra viva del espíritu salvadoreño, donde la fe, la tradición y la alegría convergen para ofrecer una experiencia inolvidable. San Salvador abre sus puertas con entusiasmo, celebrando con orgullo al Divino Salvador del Mundo, y recordando que estas fechas son mucho más que una festividad: son parte de nuestra identidad.
