Desde tempranas horas, la Plaza Salvador del Mundo fue el escenario de un encuentro marcado por la fe y la esperanza, donde se entregó simbólicamente la ciudad y el país a su patrono.
Por M. Del Cid
Con la tradicional alborada, San Salvador despertó este 1 de agosto al ritmo de música, cohetes y el fervor de miles de capitalinos que, con alegría, dieron por inauguradas las fiestas más grandes del país en honor al Divino Salvador del Mundo.
El alcalde de San Salvador, Mario Durán, presidió el evento y expresó que estas celebraciones reflejan el espíritu renovado de la capital. “Hoy amanece un San Salvador y un El Salvador diferente: con alegría, fe, esperanza y miles de corazones listos para vivir lo que viene”, declaró. Además, reafirmó su compromiso con una celebración segura y ordenada para todos los asistentes.
La alborada marca el inicio de una serie de actividades culturales, religiosas y recreativas que se desarrollarán durante toda la semana. Entre ellas destacan el Desfile del Correo, el festival Sívarland y las procesiones religiosas, que año con año reúnen a miles de familias salvadoreñas y turistas.
“¡Que viva El Salvador! Y que vivan todos los que siguen creyendo en su gente, su cultura y su futuro”, expresó el edil en medio del entusiasmo de los asistentes, quienes aprovecharon para compartir en comunidad y vivir momentos de tradición.
La Alcaldía de San Salvador ha desplegado equipos de logística, seguridad y atención médica para garantizar el bienestar de los asistentes. Las fiestas patronales no solo son un momento de celebración, sino también una oportunidad para promover la identidad salvadoreña y fortalecer el sentido de unidad nacional.
