En una noche aciaga en Anfield, el Real Madrid fue derrotado por 2-0 ante el Liverpool, dejando al cuadro merengue al borde de una histórica eliminación en la fase de grupos de la Champions League.
Por Luis Hernández
La estrella Kylian Mbappé falló un penalti crucial, sumando más frustraciones a una temporada que ya se vislumbra complicada.
Ni Kylian Mbappé, ni Jude Bellingham, ni la magia de Arda Güler, ni las paradas de Thibaut Courtois lograron evitar que el Real Madrid se hundiera en la tabla europea. La derrota, lógica aunque dolorosa, deja a los blancos con solo seis puntos de quince posibles, marcando la peor fase de grupos en la historia del club. A pesar de tener tres partidos más para intentar revertir la situación, la presión sobre el vigente campeón de Europa se intensifica.
El encuentro en Anfield mostró la diferencia de nivel entre ambos equipos. Mientras el Liverpool acumulaba 46 de 51 puntos posibles en Premier y Champions, el Real Madrid no logró encontrar su juego. Aunque Courtois salvó al equipo con intervenciones sobresalientes, el primer gol llegó de la mano de Alexis Mac Allister, quien aprovechó la fragilidad defensiva blanca.
El momento decisivo llegó cuando Lucas Vázquez fue derribado por Andy Robertson, lo que llevó a Mbappé a enfrentar el penalti. Sin embargo, el guardameta Kelleher adivinó su lanzamiento, aumentando la frustración del francés. Mohamed Salah también falló un penalti poco después, pero el Liverpool dominaba el juego.
Finalmente, Cody Gakpo selló la victoria con un cabezazo que desató la euforia en Anfield. El Real Madrid, que había sido su bestia negra en finales pasadas, se sintió superado y ahora enfrenta la dura tarea de recuperar su imagen en la competición. Con la esperanza de que la historia juegue a su favor, el equipo blanco se aferra a la posibilidad de una remontada en los próximos encuentros, recordando que en el fútbol, lo que importa es el resultado de mayo, no de noviembre.