El pontífice se reunió con 70 reclusos en el centro penitenciario Regina Coeli, reafirmando su cercanía con los privados de libertad.
Por F. Martínez
Este Jueves Santo, el papa Francisco realizó una visita a la cárcel Regina Coeli, en Roma, como parte de su tradicional acercamiento pastoral a personas privadas de libertad durante la Semana Santa. En el encuentro, que duró aproximadamente 30 minutos, el pontífice compartió con un grupo de unos 70 reclusos de distintas nacionalidades.
Durante su visita, Francisco expresó que, aunque este año no podría realizar el simbólico lavatorio de pies, como acostumbra cada Jueves Santo, su intención era mantener el gesto de cercanía. “Me gusta hacer cada año lo que Jesús hizo el Jueves Santo, el lavatorio de los pies, en la cárcel. Este año no puedo hacerlo, pero sí puedo y quiero estar cerca de ustedes. Rezo por ustedes y por sus familias”, declaró.
El gesto del Papa reafirma su compromiso con los sectores más vulnerables y excluidos, una constante en su pontificado desde 2013. En años anteriores, el pontífice ha celebrado el Jueves Santo en distintos centros penitenciarios, hospitales y albergues.
