ONU y UNESCO alertan sobre crisis global por déficit de docentes para 2030

La falta de docentes se perfila como una de las mayores amenazas para alcanzar una educación de calidad y equitativa en el mundo.
Por M. Del Cid
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la UNESCO han identificado esta problemática como una crisis educativa global, al proyectar que para el año 2030 se necesitarán al menos 44 millones de docentes de primaria y secundaria para garantizar el acceso universal a la educación. Esta brecha se debe en gran parte a la alta deserción docente, causada por factores como los bajos salarios, la sobrecarga laboral y la falta de reconocimiento profesional.
El déficit no afecta por igual a todas las regiones. África Subsahariana enfrenta la situación más crítica, requiriendo 15 millones de docentes adicionales en los próximos cinco años. En América Latina y el Caribe, se calcula que se necesitarán al menos 3.2 millones de nuevos docentes, principalmente para reemplazar a quienes abandonan la profesión debido a condiciones laborales desfavorables. La escasez compromete el futuro educativo de millones de estudiantes y amenaza con ampliar aún más las desigualdades educativas.
Entre las principales causas de esta deserción se destacan los bajos salarios, que hacen poco atractiva la carrera docente para los jóvenes; la sobrecarga de trabajo, que genera altos niveles de estrés; y la falta de apoyo profesional y reconocimiento social. A esto se suman condiciones laborales precarias, escasos recursos en los centros educativos y un cuerpo docente envejecido, sin suficientes relevos generacionales.
Para enfrentar esta crisis, la ONU y la UNESCO proponen un conjunto de medidas urgentes. Entre ellas, destacan la necesidad de invertir más en la profesión docente, mejorar los salarios y las condiciones laborales, y establecer políticas públicas que promuevan la retención y atracción de nuevos profesionales. Además, se subraya la importancia de escuchar a los docentes e incluir su voz en la formulación de políticas educativas.
Ambas organizaciones hacen un llamado a los gobiernos del mundo para que prioricen la educación y reconozcan a los docentes como pilares fundamentales del desarrollo sostenible. Sin maestros bien formados, motivados y apoyados, difícilmente se podrá alcanzar la meta de una educación inclusiva y de calidad para todos, como establece la Agenda 2030.