Matatas salvadoreñas el arte que se teje con historia y memoria

Estas bolsas hechas a mano mantienen viva una tradición ancestral en comunidades rurales, donde cada fibra cuenta una historia de identidad y resistencia cultural.
Por M. Argueta.
Las matatas son bolsas tejidas a mano que forman parte esencial de la tradición artesanal en diversas comunidades rurales de El Salvador. Más que un objeto utilitario, representan un legado cultural que ha sido transmitido de generación en generación.
El proceso de elaboración requiere habilidad, paciencia y dedicación. Tradicionalmente se utiliza fibra de mezcal o henequén, especialmente en municipios del norte de Morazán, aunque en la actualidad también se incorpora hilo de poliseda, lo que ha permitido mayor variedad y creatividad en los diseños.
Durante décadas, las matatas han servido para transportar alimentos y otros objetos; incluso siguen siendo una herramienta indispensable para muchos pescadores. No obstante, su valor va más allá de lo práctico: son símbolo de identidad, pertenencia y resistencia cultural.

Vicenta Portillo, artesana de 76 años y residente en el distrito de Cacaopera, comparte que le toma cerca de tres días confeccionar una sola matata. “Aunque me cuesta por la edad, uno está trabajando tranquilo en la casa”, comentó.
Hoy en día, las matatas continúan siendo un emblema vivo del arte popular salvadoreño. Cada hilo entrelazado cuenta una historia y refleja la dedicación de quienes mantienen viva esta tradición ancestral.