Las autoridades caribeñas refuerzan medidas de protección ante las intensas lluvias y el riesgo de desastres.
Por J. Chávez
El poderoso huracán Melissa continúa su desplazamiento por el mar Caribe con dirección a Jamaica y La Española, mientras incrementa su fuerza y representa una amenaza significativa para millones de habitantes de la región.
Durante su paso por el área, el fenómeno ya ha dejado víctimas mortales en Haití y República Dominicana, donde también se reportan personas desaparecidas y daños considerables. Las fuertes precipitaciones han inundado sectores completos, afectando viviendas y obligando a familias a abandonar sus hogares en busca de resguardo.
En Santo Domingo, algunos residentes relatan haber perdido en minutos sus pertenencias debido al aumento repentino del nivel del agua que ingresó a sus hogares, arrastrando basura y objetos de valor. La situación ha generado angustia entre la población más vulnerable, que enfrenta dificultades para evacuar y proteger sus bienes.
Las autoridades dominicanas mantienen en alerta roja a varias provincias por la posibilidad de desbordamientos de ríos, corrientes peligrosas y deslizamientos de tierra. También se habilitaron albergues para atender a quienes han debido evacuar por su seguridad.
Según reportes meteorológicos, en la mañana del domingo Melissa se localizaba al sureste de Kingston, Jamaica, avanzando a velocidad reducida, lo que podría prolongar la duración del temporal sobre los países en su trayectoria. El Centro Nacional de Huracanes ha advertido que este comportamiento puede derivar en acumulados de lluvia extremadamente altos y, por lo tanto, en emergencias de gran impacto.
Los especialistas indican que el huracán puede continuar intensificándose en las próximas horas. Se esperan ráfagas de viento destructivas e inundaciones repentinas que podrían generar daños catastróficos tanto en zonas costeras como en comunidades rurales.
En Jamaica, las autoridades han reiterado el llamado a los ciudadanos para permanecer atentos a los avisos oficiales y prepararse para posibles evacuaciones. El gobierno insiste en que la prioridad es salvaguardar la vida ante la llegada inminente del ciclón.
Mientras Melissa se mantiene como un huracán de categoría mayor, los países afectados siguen activando protocolos de emergencia con el objetivo de mitigar los efectos de un fenómeno que podría dejar graves consecuencias en el Caribe.
