Guillermo Mejía, el emprendedor que brinda empleo a 80 personas produciendo guayabas, plátanos, cocos, y papayas

Por: Xenia Edith Coreas Ramirez.

Walter Guillermo Mejía nació en el municipio de Jiquilisco, Usulután, tiene 62 años y toda su vida ha trabajado arduamente por cumplir sus sueños, aunque ha sido muy difícil, ya que desde niño ha tenido que sacar adelante a sus 4 hermanos, debido a que su padre abandonó a su madre, dejándolos desamparados sin ninguna ayuda económica.

 Todo comenzó cuando Guillermo tenía 10 años y su hermano menor, Erick, tenía 8, ellos trabajaban por la tarde ayudándoles a uno de sus vecinos que cosechaban maíz y frijoles, por la mañana aprovechaban para ir a la escuela

Las otras dos hermanas no podían trabajar porque estaban muy pequeñas, por lo cual ellos asumieron el rol del padre de familia, el cual era sacar adelante a toda su familia y así fue como vivieron su niñez con escasas oportunidades, pero nunca dejaron de estudiar porque para Guillermo el estudio era muy importante ya que comentó que era lo único que le permitiría cumplir su sueño de ser administrador de empresas.

A los 17 años Guillermo consiguió un trabajo en la despensa de don Juan en Usulután y en la noche se quedaba en El Tránsito donde su tía Esmeralda, para poder estudiar en horario nocturno, por lo que trabajaba de día, logrando así ganar un mejor salario y poder cubrir todos los gastos de su casa.

Desde el abandono de su padre pasaron 7 años en los cuales sufrieron muchas carencias económicas, y la ausencia de un amor paternal; sin embargo, cuando Guillermo tenía 17 años, su padre regresó al hogar con el objetivo de recuperar el tiempo perdido y para enmendar las cosas que hizo mal con su familia.

Luego fue así como su padre Francisco vino a ofrecerles ayuda a todos sus hijos y a los dos les dio la oportunidad de poder irse a los Estados Unidos para que pudiesen tener sus cosas y así ayudar a su madre, y a sus hermanas.   

Oportunidad que solo Erick la aceptó mientras que Guillermo no, debido a que su sueño era que su padre pudiese pagarle sus estudios universitarios y así fue como se graduó de bachiller, y empezó sus estudios universitarios.

En el año de 1978 empezó sus estudios de administración de empresas, en ese tiempo conoció a la chica de sus sueños, Sonia Esperanza Ramirez con la cual se casó en el año de 1981 y formó su familia; un año después culminó satisfactoriamente sus estudios universitarios siendo uno de los estudiantes que se graduó con honores en el año de 1982.

El tiempo pasó y Guillermo empezó a buscar trabajo de lo que estudió, pero no vio resultados positivos, porque nadie quería contratarlo por su falta de experiencia, así que decidió con su esposa hacer un crédito para emprendedores y fundaron una maquila donde en unos meses empezaron a fabricar ropa, la cual exportaban.

Con el tiempo se hicieron una de las maquilas más importantes en Latinoamérica, pero como todo lo bueno tiene su fin sufrieron una quiebra,  la cual los llevó a que cerrar, Guillermo relato que esos fueron los peores momentos para su familia porque sus tres hijos estaban estudiando y los dos mayores estaban en la universidad y los gastos eran aún más grandes ya que Sonia su hija estaba estudiando Medicina y era una carrera muy cara, esto hizo que Guillermo pidiera ayuda a sus hermanos, los cuales estaban en Estados Unidos para que le ayudaran con la educación de los hijos mientras  el buscaba una forma de salir adelante con su familia.

Una nueva etapa para Guillermo y su familia.

Así fue como pensó en algo distinto que salía de su zona de confort y sobre todo que en un tiempo iba a cambiar sus vidas positivamente; fue así entonces como nació la idea de sembrar guayabas, plátanos, cocos y papayas en unos terrenos que adquirió en San Luis Talpa, departamento de la Paz; en total son 7 manzanas y empezó sembrando en una de ellas para ver cómo le resultaba su proyecto, siempre con el apoyo de su familia

Luis Mendoza, trabajador de las cosechas mencionó que desde que llegó Don Guillermo le había dado la oportunidad de poder trabajar a él, y a varias personas de la zona que estaban desempleadas en ese momento, relatço que se le había resultado difícil encontrar un trabajo porque su familia estaba pasando una mala racha económica y tenía que mantener a sus 4 hijos como fuese y así fue como ya tiene 5 años de trabajar para la finca y cada día adquiere mas conocimiento acerca de los cultivos.

Las metas de Guillermo

Guillermo Inició con todos los deseos que lo que había emprendido en unos años con su familia daría buenos resultados y con la ayuda también de técnicos en el área pudiese ver como se posicionaría en uno de los terrenos que más rindiera con sus guayabas y demás frutas así logrando distribuir sus frutas por todo el país, y en un futuro internacionalmente. 

Una de sus frutas como lo es la guayaba requiere ciertos requerimientos climáticos para que pueda dar buenos frutos y se desarrolla muy bien en aquellos lugares con temperaturas entre los 16-34°C, condiciones que lo vuelven cultivable desde el nivel del mar hasta los 800 msnm.

Uno de los beneficios de esta fruta es que es conocida por su importante aporte de vitamina C, e incluso mayor a los cítricos, por eso la recomendación de consumirla en época de fríos ya que fortalece el cuerpo y su sistema inmunológico para combatir virus y bacterias en la garganta y las vías respiratorias.

“Jamás pensé que iniciando este proyecto me he convertido en uno de los distribuidores más conocidos de San Luis Talpa y de los mercados de San Salvador por mi esfuerzo y disciplina, y con el apoyo de mi familia.» dijo Guillermo.

Hoy en día, es uno de los agricultores que más brinda empleo a las personas de la zona de San Luis Talpa y cuenta con buenas cosechas que han sido muy productivas surtiendo a mercados de todo el país cumpliendo así su sueño de prosperar y hacer algo diferente que pudiese beneficiar a su familia y a las demás personas con sus frutas de excelente calidad.