Emprendimiento artístico en Usulután

Convertir la pasión en un negocio fue el reto que Beatriz Bermúdez asumió con Bis Art, su emprendimiento de arte personalizado en Usulután. Con esfuerzo y creatividad, esta joven ha logrado destacar vendiendo piezas únicas hechas a mano, a pesar de los desafíos que enfrenta el mercado artístico.
Por Anny Martínez
Beatriz se dedica a la creación y venta de figuras de arcilla, porcelana, fomi moldeable, espejos decorados, cuadros personalizados y dibujos digitales, todo hecho a mano según las peticiones de sus clientes o inspirada por ideas de plataformas como Pinterest.
Ella señala que uno de los mayores obstáculos que ha enfrentado es la falta de disposición de las personas a pagar el precio justo por trabajos artesanales. “La gente no está dispuesta a pagar por algo hecho a mano, lo quieren comprar como si fuera hecho por una máquina, que puede producir mil ejemplares en un día, cuando a nosotros nos lleva días de trabajo crear una pieza única”, explica Beatriz.
Desde pequeña, Beatriz mostró su inclinación por el arte, inspirada por artistas que seguía en redes sociales. Aunque no recibió formación académica, aprendió a través de la práctica y la dedicación. Fue en TikTok donde superó su miedo a pintar y comenzó a elaborar trabajos más complejos, lo que la motivó a crear su emprendimiento.
La participación en ferias de emprendimiento y la promoción de sus creaciones en redes sociales la ayudaron a encontrar su público. Hoy en día, Beatriz cuenta con una tienda en línea y un perfil en TikTok, donde muestra sus productos. “Me motivó saber que podía ganar dinero haciendo lo que amo. Es diferente trabajar en algo que disfruto, siendo mi propia jefa y creciendo como artista”, comparte.
A través de su experiencia, Beatriz demuestra que el arte no solo es una forma de expresión, sino también un camino hacia el emprendimiento. A pesar de los retos, su historia refleja cómo la perseverancia y la pasión pueden convertir un talento en un negocio exitoso.