Actualmente, el sector emprendedor ha tomado auge en la economía de El Salvador, convirtiéndose en un motor de innovación, empleo y desarrollo social.
Más de 1.5 millones de pequeñas y medianas empresas (PYMES) se registran hasta la fecha en el país, la cual se ha convertido en una fuente de empleo, pese a que muchas ocasiones no cuentan con el acceso a grandes recursos financieros, logran impulsar nuevas ideas, productos y servicios en el mercado, logrando contribuir al dinamismo económico local.
Para los salvadoreños emprender se ha convertido no solo en una oportunidad, sino en una necesidad, sobre todo para los jóvenes, por lo cual se ha transformado en un factor clave para forjar a muchos a crear sus propios negocios.
La Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (CONAMYPE) y el programa “Fondo de Desarrollo Empresarial” ofrecen recursos, asesoría y capacitación, buscando impulsar la formalización de los negocios y mejorar sus capacidades productivas, posicionándose, así como una red de apoyo fundamental para los emprendedores quienes anteriormente no contaban con los recursos o conocimientos necesarios para aventurarse en el mercado.
Ahora, los emprendedores desempeñan un rol fundamental en la sociedad, dado que proporcionan empleos, contribuyen a la reducción de la pobreza y mejoran la calidad de vida de muchas familias, debido a que muchos de ellos se encargan de solucionar problemáticas sociales y ambientales, generando valor en múltiples comunidades del territorio nacional.
