La Isla de los Cocos en Costa Rica es un enigma natural que cambia de tamaño con las mareas, desafiando las leyes de la geografía.
Por F. Martínez
En el Océano Pacífico, a unas 500 millas de la costa de Costa Rica, existe una isla que desafía las leyes de la naturaleza: la Isla de los Cocos. Esta isla, famosa por su belleza y su rica biodiversidad, tiene un fenómeno realmente curioso: crece y disminuye dependiendo de la marea, algo que no sucede con ninguna otra isla en el mundo.
La Isla es de origen volcánico que, debido a su actividad tectónica y la erosión causada por las olas del mar, presenta un fenómeno donde algunas de sus áreas se elevan cuando el nivel del mar baja y se hunden cuando la marea sube. Este cambio constante en el tamaño de la isla ha desconcertado a científicos y turistas durante siglos.
Lo más intrigante de esta isla no es solo su particular comportamiento geológico, sino la leyenda que la rodea. En el pasado, se decía que en sus profundidades se encontraba un vasto tesoro escondido por piratas, y a lo largo de los años, exploradores han intentado desentrañar ese misterio, aunque sin éxito.
Además de su curiosidad geológica, la Isla es un refugio para diversas especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas. Hoy, es un Parque Nacional protegido, lo que permite a los visitantes explorar su biodiversidad única, pero también invita a seguir observando sus extraños cambios naturales.
