España tiene una particularidad que la distingue entre las naciones del mundo: su himno nacional, la Marcha Real, no tiene letra. Este rasgo único comparte espacio con apenas otros tres países en el mundo cuyos himnos carecen de letra: Kosovo, Bosnia Herzegovina y San Marino.
Por Anny Scarlet Martínez
El origen de la Marcha Real se remonta al siglo XVIII, cuando era conocida como la Marcha Granadera, utilizada en desfiles militares y ceremonias a las que asistía la casa real. El primer registro oficial de esta composición aparece en el «Libro de ordenanza de los toques militares de la infantería española» de 1761, bajo autoría desconocida. No fue sino hasta 1770 que el rey Carlos III la declaró oficialmente Marcha de Honor. A lo largo del tiempo, esta composición se arraigó profundamente en la cultura española, y sin necesidad de un decreto escrito, se consagró como el himno nacional.
Pero, ¿por qué no tiene letra? A lo largo de más de dos siglos, ha habido diversos intentos por dotar al himno español de una letra, aunque ninguno ha logrado alcanzar consenso. El primer esfuerzo se produjo en 1870, cuando el general Prim convocó a poetas para crear un himno oficial, pero el concurso fue declarado desierto y se mantuvo la Marcha Granadera tal como estaba.
En 1908, Bartolomé Pérez Casas, Músico Mayor del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, presentó una readaptación del himno, la cual se convirtió en la versión oficial revisada por Francisco Grau tras la llegada de la democracia en 1978. Este es el himno que se utiliza actualmente, salvo por el periodo de la Segunda República (1931-1939), cuando el Himno de Riego con letra ocupó su lugar hasta el fin de la Guerra Civil.
El intento más reciente para agregar letra al himno tuvo lugar en 2008, con motivo de los Juegos Olímpicos de Beijing. El Comité Olímpico español propuso una convocatoria para seleccionar una letra entre miles de propuestas, y se esperaba que el tenor Plácido Domingo la interpretara en la ceremonia inaugural. Sin embargo, una vez más, la falta de acuerdo impidió que el himno español obtuviera una letra oficial.
Así, la Marcha Real sigue siendo, hasta hoy, uno de los pocos himnos en el mundo que no necesita palabras para evocar el sentimiento patriótico de toda una nación.