En los últimos meses, cientos de ciudadanos colombianos han denunciado una creciente hostilidad en su arribo a México. Según numerosos testimonios, las autoridades migratorias mexicanas han intensificado las deportaciones, reteniendo y devolviendo a colombianos apenas llegan al aeropuerto, sin permitirles ingresar al país. Esta situación ha generado un fuerte malestar, tanto en Colombia como en México, despertando cuestionamientos sobre el trato y las políticas migratorias entre ambas naciones.
Por Josué Chávez
Algunos de los viajeros afectados describen procedimientos de revisión que consideran arbitrarios y sin transparencia. Las razones para denegarles el ingreso no siempre son claras y, en ocasiones, las explicaciones se limitan a afirmar que “no cumplen con los requisitos de entrada”. Estas prácticas, denuncian varios de los afectados, los dejan desorientados y sin recursos para solucionar su situación.
Expertos sugieren que el incremento de deportaciones podría estar vinculado al creciente flujo migratorio de personas de Latinoamérica que ven a México como un punto de paso hacia los Estados Unidos. Sin embargo, para muchos ciudadanos colombianos, México no es solo un destino de tránsito, sino un lugar para vacacionar, trabajar o visitar familiares, lo que intensifica la frustración por no poder entrar al país libremente.
Las redes sociales han servido de altavoz para muchos colombianos que comparten sus experiencias de rechazo en los aeropuertos mexicanos, generando indignación tanto en Colombia como en México. Las etiquetas como #ColombianosRechazadosEnMéxico se han viralizado, pidiendo un trato más justo y condiciones de ingreso claras. Las autoridades de ambos países, aunque reconocen el problema, aún no han anunciado medidas concretas para frenar esta tendencia.
