
El agua es esencial para la vida, y mantenerse hidratados es fundamental para el funcionamiento óptimo del organismo.
Por M. Del Cid
A lo largo del día, las personas pierden líquidos a través de la sudoración, respiración y excreción, por lo que es vital reponerlos para evitar deshidratación, un estado que puede afectar las capacidades físicas y cognitivas.
El cuerpo humano está compuesto en su mayoría por agua, y cada célula, órgano y sistema depende de ella para realizar sus funciones. Por ejemplo, el agua regula la temperatura corporal, mejora la digestión, transporta nutrientes y oxígeno a las células, y elimina toxinas a través de la orina. Además, mantener una hidratación adecuada favorece la salud de la piel, las articulaciones y el sistema cardiovascular.
Es recomendable beber suficiente agua durante el día, aproximadamente de 2 a 3 litros dependiendo de las necesidades de cada persona, el clima y las actividades que realice. Además, es importante recordar que no solo el agua pura contribuye a la hidratación, sino también alimentos ricos en agua como frutas y verduras.
La deshidratación puede generar fatiga, dolor de cabeza, mareos e incluso alteraciones en la concentración. En casos más graves, puede causar complicaciones mayores que afectan la salud. Por eso, tener en cuenta la importancia de beber líquidos de forma regular, especialmente en épocas calurosas o al realizar actividad física, es crucial para mantener salud y energía.