Migueleños celebran 237 años del milagro patente

Este sábado el pueblo católico de San Miguel se unió en una emotiva celebración con la tradicional bajada de la Virgen Reina de la Paz, que recorrió desde la ermita del caserío La Cruz, en el cantón El Amate, hasta Catedral Basílica de San Miguel, conmemorando el 237.º aniversario del milagro de 1787.
Por Luis Hernández
La festividad, que se celebra cada 21 de septiembre, reunió a cientos de fieles que con devoción y fervor, caminaron junto a la imagen de la Virgen, un símbolo de esperanza y protección para la comunidad. Este año, la conmemoración tiene un significado especial ya que marca más de dos siglos desde que el volcán Chaparrastique erupcionara y los católicos pidieran la intercesión de su patrona para salvaguardar la ciudad.
Fabio Colindres, Obispo de la diócesis de San Miguel, expresó el profundo significado de la procesión: “Es la forma de manifestar nuestra fe, también nuestra gratitud a la Reina de la Paz por todos los favores que ella sigue alcanzando a nuestro Padre Dios para el pueblo migueleño”.

El milagro de la Virgen se agradece con una caravana que está integrada por niños vestidos con coloridos trajes que evocan la ropa que usaban los pobladores de la época. La promesa de veneración perpetua a la Virgen María en su advocación de Reina de la Paz se mantiene viva, uniendo a generaciones pasadas y presentes en agradecimiento por el milagro que ha marcado la historia de San Miguel. La participación de los fieles reafirma el legado de fe y devoción que caracteriza a este pueblo, convirtiendo la bajada de la Virgen en un evento que trasciende y se convierte en un verdadero símbolo de identidad de los migueleño.