Reportajes

¡Ya no hay más churros!

La medida busca controlar la obesidad y  el sobrepeso en los niños en las escuelas del país

Redacción y fotografías: Miguel Rodríguez

Ahora la comida chatarra en los centros educativos pasó a la historia, y esto es algo que la generación que nació del 2013 en adelante no vivirá, no sabrán que es lo que se siente tomar una soda después de un partido de fútbol o comerse uno que otro churro durante el recreo o en clases mientras el profesor no se da cuenta o se sale del salón.

Y aunque ese estilo de vida no era el más adecuado, para las generaciones que nacieron en los 90 y estudiaron en la década pasada, culminando sus estudio de bachillerato o colegio a comienzos del 2010,  siempre les traerá recuerdos la compra de estas “chucherías o snack” (comida ligera) después del partido o recreo. Ahora los niños de la década 2010 tendrán que adaptarse a la idea de no poder comer estos productos, al menos no en las escuelas.

Y ¿Qué es lo que los niños piensan al respecto?

“Está bien, porque es malo; porque la soda daña los riñones. El churro daña las paredes del estómago” con estas palabras lo explicaron un grupo de estudiantes del Centro Escolar Cantón San Antonio Silva (CECSAS), San Miguel.

Los infantes  parecían estar muy conscientes de los daños que provoca la cómida rápida y las «chucherias», aunque al mediodía, cuando esperaban juntos a que pasara el bus, ya tenían un churro y una soda en la mano los cuales habían comprado en alguna de las tiendas que rodean el centro educativo.

¿Qué pasaría si  quitaran de las tiendas cercanas las ventas de soda y churros?

“Fuera terrible” me dijo el más pequeño de ellos que está cursando primer grado. También comentaron que  por la mañana,  cuando van a entrar  por el portón principal, el subdirector les revisa la mochila para que no puedan entrar ninguna de esas “chucherías”.

¿Les gusta lo que venden a dentro ahora?

“Si, las pupusas, las rapiditas con frijoles, las tortas, los mangos con limón y chile; son ricos” contestaron.

Ahora ya no les es permitido a los empleados de los cafetines internos de las instituciones educativas del país que vendan productos  procesados, esta es una normativa que entró en vigencia el año pasado en todos las escuelas. Las frituras, alimentos procesados y sodas, son  los principales productos que ya no se se pueden comercializar en los cafetines;  con esta medida los niños ya no tienen un acceso tan fácil y rápido de obtener este tipo de productos,  al menos no dentro de la institución.

Hugo Adán Romero, director del CECSAS, comentó que el  proyecto “Cafetín saludable” está avanzado y que este año lo empezaron con todas las normativas que el Ministerio de Educación (MINED) les dio, “al principio los niños no aceptaron los nuevos menús como: la pupusa de chipilín o de cebolla, pero poco a poco se fueron acostumbrando”, alimentos como estos son algunas de las alternativas que mencionaba el director estar implementa basado en lo que el MINED les ha pedido que realicen.

Los centros educativos tienen que controlar la venta de las comidas fritas como la yuca, tostadas, paptas,  que no están prohibidas pero que venden días alternos, evitan también las salsas artificiales y el repollo (o curtido) de mayonesa en las pupusas.

Una de las oportunidades indirectas de este proyecto y que es  favorable, es el mayor control de  la basura que estos productos generan,  “esperamos y confiamos que en el trascurso del tiempo nos vayamos adaptando aún mejor” dijo el funcionario.

El director también  comentó que una de las principales consecuencias que quiere evitar el MINED  en los centros educativos del país, es la obesidad, sobrepeso, ya que la cifra que se tenía hasta el año pasado en el país era alarmante, un 30% de los niños entre siete y ocho excedían su peso ideal.

Hasta la fecha este plan está siendo implementado en todos los centros educativos incluidos los institutos y algunos colegios. La propuesta, realizada el 15 de Junio del 2017 establece según el  Acuerdo No. 15-0733 en el Art. 1. que “La presente Normativa, tiene por objeto regular y controlar la comercialización de alimentos con alto contenido en grasas, sodio y azúcar y de todos aquellos que no contribuyan a una alimentación saludable dentro de las tiendas y cafetines escolares de los Centros Oficiales y Centros Privados de Educación.»

El Responsable de la Oficina de Alimentos del MINED en San Miguel, Guillermo Zelaya mencionó acerca de este tema que al inicio hubo resistencia fuerte por parte de las empresas distribuidoras de bebidas carbonatadas, las empresas distribuidoras de frituras,  como las de dulces, sorpresas y snack, «hubo también resistencia de los profesores,  directores y padres de familia, pero como la vimos en función educativa fuimos abriendo los espacios para darle forma a los componente que es la prevención”, acotó.

Sobre la supervisión para el cumplimiento de esa normativa Zelaya aseguró que lo realizan a través de las capacitaciones y  la concientización, «hemos capacitado al cien por ciento de los centros escolares tengan o no tenga cafetines, hemos capacitado a los directores, subdirectores, docentes, dueños de cafetines y trabajadores”, aseguró.

También agrega que la forma de trabajar con los dueños de los cafetines y el centro escolar se hace mediante un contrato que deben de cumplir,  donde se manifiesta de acuerdo a  una “Promoción de la buena alimentación” y que estipula que los alimentos deben ser diversos, saludables, nutritivos, higiénicos y naturales.

Pero…¿Se  ha multado a algún cafetín o centro educativo?

«Como MINED no estamos autorizados a multar a nadie, si los dueños de los cafetines no cumplen con esta cláusula y en un periodo de ocho días después de haber detectado que venden productos prohibidos y no los ha quitado o dejado de vender, se encamina un proceso a la suspensión temporal de uno a tres días”  mencionó.

Pero el manejo de esta normativa no solo debe ser en el interior de los centros educativos, se sabe que los niños a salir de clases lo primero que hacen muchos de ellos es conseguir este tipo de producto en las tiendas cercanas, algunos niños aún se toman el tiempo de ahorrar una o dos “coras” para poder consumirlos.

¿Qué tiene pensado el MINED con esta situación?

“Controlar estos productos afuera de las instituciones es responsabilidad de la municipalidad, con una ordenanza, nosotros como Ministerio de Educación estamos obligados a no dejar que los niños consuman comida chatarra durante las cinco horas en las que pasan en el centro educativo, por eso tratamos de sensibilizar a los padres y niños a que consuman productos naturales,  porque desde el portón hacia afuera es responsabilidad de ellos”,  externó Zelaya.

Para los padres de familia la normativa «Cafetines saludables» es una excelente opción para la salud de los niños, a la que deberían sumarse las alcaldías para controla mejor el consumo de la comida chatarra y garantizar la salud de los estudiantes.

 

 

 

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Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

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