Entrevista a María Luisa Sevillano, Vicerrectora Universidad de Oriente
Cristian David Hernández Fuentes
María Luisa Sevillano, actual Vicerrectora de la Universidad de Oriente, es una personalidad clave dentro de los procesos académicos y administrativos de la Universidad de Oriente (UNIVO), pero detrás de su personalidad competitiva y gran experiencia académica, se encuentra una mujer que desde muy joven descubrió su vocación: La pedagogía.
Posee recuerdos gratos de su niñez, con padres trabajadores, que con almanaque “Bristol” en mano, desarrollaban lentamente sus habilidades intelectuales. Avanzaron los años y María Luisa encontraba satisfacción ayudando a sus hermanos menores con las tareas, pero había una disciplina de la cual se enamoró: la poesía.
En 1978, culminó su tercer ciclo e ingresó al Instituto Nacional Isidro Menéndez, donde inició el bachillerato pedagógico, siendo preparada en solo 3 años al mundo laboral. Dentro de esta institución pública, termino de descubrir su amor por las artes escritas y se preparó arduamente hasta adquirir su primer empleo.
Con tan solo 18 años, llegó al entonces “Escuela Renovada Ofelia Herrera” (hoy “Complejo Educativo Ofelia Herrera”), como docente de educación básica y mientras se desenvolvía en su labor, nunca dejó de lado sus aficiones y participaba activamente en actividades de la institución como maestra de ceremonia.
A finales de 1981, inicia el curso propedéutico en la recién fundada Universidad de Oriente, y con ella una nueva etapa para María Luisa pues junto a la UNIVO, se incorpora a la carrera “Licenciatura en Educación” siendo parte de la primera promoción de la institución.
Las oportunidades que María Sevillano tuvo fueron vitales y bien aprovechadas por ella en una época de conflicto nacional. Durante la entrevista, se mostró muy agradecida pues estando en un contexto social tan irregular, era casi imposible prepararse académicamente.
Años más tarde, la UNIVO le brindó la oportunidad de desempeñarse como docente universitaria hora clase, y en 1997, con el programa “Docentes a tiempo completo”, empezó a tomar su profesión no tanto como un trabajo, sino, como una forma de dirigir el camino de los jóvenes que iniciaban su camino.
Después de fungir en cargos administrativos, en el año 2006, María Luisa Sevillano se convirtió en la decana de la facultad de Ciencia y Humanidades. Al demostrar su capacidad nata de dirigir con éxito las responsabilidades administrativas de la UNIVO, 6 años después entró a la Vicerrectoría Académica. “El compromiso es muy grande, puesto que tenemos en nuestras manos como institución de educación superior, la formación de profesionales con una apuesta de calidad”. expresó muy amena, frente a su escritorio de madera mientras recordaba detalles de su vida.
¿Ha cambiado la perspectiva de María Luisa Sevillano al entrar en la Vicerrectoría?
“Por supuesto, y no solo la perspectiva, la visión se amplia y la satisfacción de estar al frente es grata”, expresó muy sonriente, mientras la nostalgia se apoderaba de sus palabras y mencionaba, además, los cambios de la educación a lo largo de los años, contrastando sus inicios con los de los jóvenes en la actualidad.
La licenciada en pedagogía comentó, que mientras no exista un acompañamiento de las entidades clave (estudiantes y docentes), en el proceso educacional, será imposible que esta disciplina evolucione al ritmo necesario.
Consciente de lo vertiginoso en los cambios, María Sevillano se mostró serena al ser cuestionada en cuanto a su adaptación dentro del medio, y aseguró que la actualización permanente y la experiencia es clave para no quedar desfasado. Los idiomas y la cultura son, además, parte de los conocimientos que deben ser renovados constantemente.
En octubre de 2017 se oficializo la “Red de mujeres líderes de educación superior”, de la cual Sevillano es miembro junto a la encargada de la oficina de internacionalización de la Universidad de Oriente, Flor de María Olivares. En esta red, se gestionan proyectos inclusivos de mujeres que ejerzan el liderazgo dentro de empresas grandes en las que generalmente los hombres dominan.
La sensibilización es parte importante del proceso, mencionó la vicerrectora, puesto que mientras exista un esquema que vea de menos la acción femenina, no se podrá avanzar como país y en retrospectiva.
Los sucesos que rodean a María Luisa Sevillano fuera de las paredes universitarias la posicionan como líder en su familia en diferentes ocasiones.
Madre soltera y la mayor de 3 hermanos, como madre y como hija, le fue necesario tomar las riendas y aceptar responsabilidades desde muy joven. Ella supo, desde un principio, que los estigmas de la superioridad masculina (e incluso la rivalidad en su mismo género), le iban a impedir en ocasiones superarse de forma integral, sin embargo, logró superar los obstáculos sin problema y generar para bien su desarrollo personal.
Su vida dio un giro totalmente drástico cuando su madre fue diagnosticada con Alzheimer, una enfermedad degenerativa que afecta en la mayoría de los casos, la memoria del paciente; Aunque asegura que fue duro para ella, debió asumir el rol de cuidar a su madre y hasta el día de hoy, lo sigue haciendo sin disminuir la eficiencia que demuestra en su trabajo.
La disciplina y la perseverancia son características elementales para desarrollar múltiples actividades con eficacia, expresó Sevillano; pero en su vida, hay dos cosas que en las a su juicio no fue particularmente buena: el deporte y las actividades domésticas.
Cuando era niña, y en una de las pocas ocasiones en las que practicó un deporte, encestó contra su mismo equipo de básquetbol y hasta iba a celebrar, hasta que se dio cuenta del error y desde ese día, se dijo que su camino no era el de ser deportista.
Destacó, también, su gusto por el baile y los ritmos tropicales a los que se dedica sin falta, 30 minutos de su tiempo para liberar estrés en una actividad sana y de su gusto incondicional.
En cierta medida, los logros personales definen la capacidad de adaptarse a las situaciones que se presentan en el medio: María Luisa Sevillano nació para ser líder, y aunque las circunstancias estén en contra de una persona, una mujer aguerrida demuestra que a pesar de todo, siempre hay tiempo para detenerse y reflexionar acerca de lo que se hace y se hará, de formarse en lo que se es excelente, sin dejar de ser sensible a la realidad y a la familia.
