Deportes

“He vivido lo mejor del fútbol”

Crónica sobre el exmundialista Mario Alfonso Castillo “Macora”

Redacció: Roberto Reyes
fotos cortesia
Cátedra: Periodismo y Literatura

La colonia Urbesa en la ciudad de San Miguel, El Salvador; tuvo la dicha de educar, y formar a “La Macora Castillo” nombre de pila de Mario Alfonso Castillo, un hombre de mucha importancia en la historia futbolística de este país, que dejó huella en los eventos de mayor trascendencia a nivel internacional.

Era 1960, se jugaba el torneo escolar y Macora ya formaba parte de la escuadra del Complejo Educativo Confederación Suiza, institución que jamás se imaginó tener en sus filas al ícono del balompié de “La Perla de Oriente”.  A la vez, este joven tenía como compañero a Luis Baltazar Ramírez Zapata, mejor conocido como “El Pelé”.

Posteriormente, su ingenio en el deporte, lo llevaría a la cuarta categoría nacional, siendo integrante de equipo “El Salvador”, con sede en la antes conocida como cancha del , guila. “Desgraciadamente no pude jugar por un año, ya que me obligaron a prestar servicio militar en 1968, de vez en cuando jugaba en la cancha militar, pero no era lo mismo” ese año Macora lo considera como perdido.

“Cuando salí del cuartel, me incorporé nuevamente al equipo El Salvador, siempre en la misma categoría, pero en ese entonces se vino la guerra de las 100 horas contra Honduras, y tuve que asistir como reservista, después de las 100 horas, perdí 5 meses más porque tuvimos que cuidar la frontera allá por Torola”.

Al terminar esa tarea, Macora recibiría la oportunidad de su vida, ya que se incorporaría nuevamente al equipo El Salvador, en ese momento llegó un señor de nombre Francisco Lobos, ya fallecido,  quien tenía como plan, llevar nuevos talentos a Club Deportivo Dragón, que en ese entonces, formaba parte de la liga de ascenso.

“Una fase muy competitiva porque había 4 equipos por zona en el país, por Oriente estaba: Limeño, Firpo, Udet del Tránsito, y Dragon”. Macora consideró agarrar más experiencia en esta liga; el poder compartir con muchos jugadores de renombre en esa época, para él fue muy satisfactorio. Salvador Zuleta, Ismael “El Sixco” Díaz y José Roberto Serrano conocido como “Chepe Beto”, los 3, se incorporarían al Club Deportivo Águila.

“Cuando jugué en el equipo El Salvador, yo era volante contención, al llegar a Dragón, el entrenador Guillermo me motivó a jugar como lateral derecho” rememoró, posición en la cual se mantuvo por mucho tiempo. El recibir dinero ya en liga de ascenso, era una gran motivación para Macora, se sentía “en otro nivel”, asegura.

En la mira de Cariota Barraza

“En ese entonces el sistema que se jugaba era el 4, 2, 4. Era casi imposible que como defensa pudiera anotar gol por la forma en que se jugaba en el terreno, manifestaba Macora. “Me sorprendió muchísimo mi corto tiempo en Dragón”, porque luego el profesor Juan Francisco Barraza “Cariota” me llamaría a jugar en Águila.

“Creo que mi entrega en cada partido, jugar cada uno como si fuera el último, el cariño de la afición; causó poder llegar al cuadro negro naranja”, comenta orgulloso.

Eso bastó para que Cariota se fijará en este gran jugador con 21 años de edad y plena juventud. Muy sorprendido de avanzar a Liga mayor, en ese entonces era difícil fichar en un equipo como Águila.

“Miren, yo vengo de club deportivo Dragón, ahí era titular, vengo a ganarme un puesto titular, yo para banquear y estar equipado y sentado mejor no hago nada” eran las palabras de Macora en camerinos cuando comentaba a otros jugadores, en son de broma y en serio.

El debut de La Macora en Águila, fue precisamente en un clásico nacional, contra club deportivo FAS, con un resultado de 2 a 2 goles, y tras las felicitaciones del técnico Cariota Barraza, Mario se sentía muy dichoso. Desde ese partido en 1972 hasta 1987, mantuvo su puesto como titular en los diferentes equipos en los cuales jugó. 2 campeonatos ganados en el 75 y 76, dejó como ganancia en su paso por Águila, primer equipo en estrenar en el Estadio Cuscatlán. “Tuve la dicha de jugar un partido amistoso contra alianza, para la inauguración del “Cusca”, que por cierto no estaba terminado”, recordó.

Desde 1972 hasta el 77, jugando como aguilucho, también jugó contra El Tigres de México, en torneo Concacaf, “el partido fue muy conflictivo, el partido estaba empatado 1 a 1, y por una falta a favor de águila, los Tigres reclamaron y comenzó la batalla campal” el equipo mexicano se retiró de la cancha, dando, así como ganador a los migueleños.

En 1977, las cosas se tornaron complicadas en Águila, dando como resultado un descontrol. Lesión de menisco y ligamento en Macora y otros en el equipo, la salida de Pelé Zapata al Cartaginés de Costa Rica, fueron algunos de los detonantes para la salida de Castillo de este equipo.

En el campeonato del 77/78, el Club Deportivo Santiagueño,  de Santiago de María,  Usulután, logró el ascenso a primera división. Ademir Barbosa (Brasil), Tito Silva (Uruguay), Moisés González, Joaquín Ventura y Macora Castillo; todos antes titulares en águila, serían pedidos de forma especial por “La Máquina Merlos” ex aguilucho y miembro del cuerpo técnico en ese entonces del cuadro de la tierra del cafetal.

Un equipo reforzado con jugadores de experiencia, lograrían de entrada, llegar hasta la final en el 79, en una cuadrangular con la mecánica de quien hiciera más puntos entre FAS, Águila, Independiente de San Vicente, y Santiagueño, quedando como campeón el equipo de Santiago de María.

Al mundial y al olvido

Llegó el año 1982, y Macora es llamado a la selección nacional para participar en el mundial de España. Convocado desde 1979, junto a 48 jugadores a nivel nacional, 6 en total procedentes del equipo de Usulután, causa por la cual Macora adjudica, que el Santiagueño se “viniera abajo”.

En las manos de “Pipo” Rodríguez, el proyecto de la selecta estaba con planes de salir a hacer las cosas bien,” junto a Salvador Mariona de auxiliar, y Don Chepito Castro de preparador físico. De 48 convocados, quedaron 25, ya comenzaban las eliminatorias. A Guatemala le ganamos, Panamá le ganamos, Nicaragua ni se diga”.

“Fuimos la primer selección el volver a jugar a Honduras, luego de todo en embrollo de guerras, fuimos recibidos con aplausos y mucho apoyo, allá perdimos 2 a 0 y aquí les ganamos con el mismo resultado. A nivel de Centroamérica fuimos los únicos dos que clasificamos.

Paco Jovel, Zapata, Magico, Pájaro Hueso, Chelona, Mandingo Rivas, ufff!  jugadores de talla internacional,  éramos en ese entonces los que conformábamos la representación azul y blanco. La mayor experiencia fue la goleada que nos pegó Hungría del 10 a 1. El primer tiempo quedamos 3 a 0. Dentro de la cancha viene Rugamas y se lesionó, nos quedamos sólo con una volante contención, viene Pipo el técnico, metió a Zapata a buscar el gol, era lógico estábamos perdiendo 3 a 0; jugábamos el sistema 4-2-4.

Íbamos 5 a 0 ya cuando Zapata metió el gol de la “vergüenza”, para qué fue eso, luego nos hicieron 5 más. Si hubieran estado de moda los memes en ese tiempo, nos acaban vivos. 1 gol por jugador tocaba, sólo el mío no lo hicieron (jajajaja). Había afición salvadoreña en total silencio en ese estadio. Nos vamos al hotel, todo en silencio, nadie tocaba el tema, las miradas de todos era como si todos nos considerábamos enemigos, llegado el momento de la cena, nadie comió, a mí no me dio hambre, estaba tan destrozado. Hubo una experiencia que casi nadie sabe, y es que al momento de llegar a mi habitación que compartía con Romeo Aquino, este comenzó a hablar de más… decía que, aunque sea un ratito lo hubieran dejado jugar para demostrar, yo le dije, Silvio ahorita no quiero hablar de nada, se lo advertí y me retó y me fui a los golpes, luego puso la queja al técnico y nos cambiaron de habitación.

Fue una experiencia dura pero de las mejores en mi vida. Así como triunfé muy rápido en mis inicios, así también caí con esto del mundial de forma anímica. Hay algunos aquí que se enojan conmigo por mi experiencia futbolística.  En cierta ocasión, Macora conversaba con un jugador, luego se acercó un joven y saludo a éste, y Castillo quedó ignorado, a lo que el jugador le dijo, “mira a vos no te saludaron”, Macora respondió que era obvio, ya los graduados del fútbol pocos los reconocían.

«Cuando había paro, la guerrilla siempre respetaba a nosotros los jugadores, nos dejaban pasar con el carnet, sólo se los mostraba, yo no usaba licencia. Cuando nos ganaron en el mundial, hasta cambié de apariencia, bigote más grande y pelo distinto y tuve que sacar la licencia; sentía que por ser seleccionado me iban a tratar mal. Los equipos no querían contratar a los seleccionados, los medios contribuyeron en eso. Sólo 3 regresamos a jugar de los 6 que habíamos salido del Santiagueño, desde el 82 hasta el 87 que me retiré con Águila y siendo capitán y titular. Si hasta mi última hora de sudor con mi último equipo.

Estas generaciones de hoy, no son como nosotros jugábamos antes, ahora hay demasiada distracción en cuanto a tecnología, mala alimentación, los entremos de antes eran más abundantes. No me quejo de mi etapa como jugador, disfruté, y me apoyaron siempre… A mis 66 años, he vivido lo mejor del fútbol.

Actualmente Macora Castillo dirige la Unidad de deportes en la alcaldía municipal de San Miguel , aportando su experiencia como deportista.

 

Etiquetas

Redacción UNIVO NEWS

Equipo de periodistas, estudiantes, editores y productores de la Carrera de Comunicaciones de la Universidad de Oriente UNIVO.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar